Croché. Comida tradicional

Este proyecto intenta dar solución a los dos problemas que planteaba el local, uno la estética y otro funcional.

estética

Primer objetivo (estética):

El primero era modernizar el local, trabajando su estética sin perder su esencia. Queríamos que el cliente pudiera imaginar qué tipo de comida va a degustar con solo entrar al local. Para lograrlo, se prestó especial atención a los detalles decorativos, colores y materiales utilizados. Se optó por una paleta de colores cálidos y naturales, que evocan la autenticidad de la cocina tradicional pero con un toque moderno. Las paredes se decoraron con fotografías y elementos visuales que representan los platos estrella del menú, creando así una conexión visual inmediata entre el ambiente y la comida.

Segundo objetivo (modernización): 

El otro objetivo era de tipo funcional. Nos encontramos con un local con grandes problemas de acústica, donde era difícil mantener una conversación sin elevar la voz. Pensamos en “hacer de la necesidad virtud” y, en vez de esconder la solución acústica, parte de ella se incorporó al diseño. Utilizamos un tablero de madera perforada, que no solo sirvió como solución acústica, sino que también se convirtió en un elemento decorativo central. Este tablero se transformó en el bastidor para realizar un bordado en la pared. Este bordado, además de acercarnos a una estética tradicional desde un punto de vista actual, consigue solucionar el problema acústico de manera efectiva.

El suelo y el mobiliario de madera apoyan ambos propósitos. Por un lado, logran un ambiente tradicional pero a la vez contemporáneo, y por otro, hacen del local un espacio agradable donde poder degustar un exquisito puchero y mantener una conversación sin levantar la voz. La elección de la madera no fue casual; es un material que aporta calidez y confort, elementos esenciales para crear un ambiente acogedor.

Además, se instalaron lámparas de luz cálida y se incorporaron plantas naturales en diversos rincones del local. Estos detalles no solo embellecen el espacio, sino que también contribuyen a crear un ambiente relajante y natural. Las lámparas de diseño tradicional, combinadas con elementos modernos, ayudan a mantener el equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo.

Por otro lado, la disposición del mobiliario se pensó para optimizar el espacio y facilitar la circulación. Mesas y sillas de diferentes tamaños y estilos se colocaron estratégicamente para crear zonas íntimas y acogedoras, ideales para disfrutar de una comida en buena compañía.

Conclusión:

En resumen, la modernización del local no solo mejoró su estética, sino que también solucionó problemas funcionales importantes. El uso de materiales naturales y el enfoque en una decoración que fusiona lo tradicional con lo contemporáneo resultaron en un espacio único. Este espacio invita a los clientes a disfrutar de una experiencia gastronómica completa, donde la buena comida y el ambiente agradable se complementan a la perfección.